miércoles, 2 de setiembre de 2009

El vuelo del novato

La Segunda Guerra Mundial estalló, Japón le dió un certero golpe a EEUU y los ingleses aún se resisten a ser conquistados y sólo un puñado de pilotos suicidas de la RAF es lo que queda entre dicha isla y nosotros. Sin embargo ese no es el único frente que abrimos, en el extremo oriente también se libra una cruel guerra; tanques y tropas quedan a merced de los rusos que se comportan como auténticos "osos", y son nuestros aviones los encargados de ablandarlos... y es aquí donde se desarrolla nuestra aventura de hoy.


Al promediar las 9:45 de la mañana de 1943, nos llega la noticia de que nuestros observadores han detectado un grupo de aproximadamente 4 ó 5 cazas rusos con dirección a nuestra pequeña base en Tamán, cercana a la ciudad de Kerch, a orillas del Mar Negro. El comando ordena el despegue inmediato de 4 cazas BF-109 con la misión de interceptar a los rusos, incluyendo al jóven piloto recién llegado desde Berlín, yo...


Se encienden los motores, se bajan los flaps y luego de un breve carreteo, a las 10:00 Hrs, los 4 cazas salimos a interceptar a los rusos... Estaba lloviendo como si el mundo presagiara lo que iba a pasar esa mañana, el corazón palpita fuerte cuando vas en una misión de combate y no de entrenamiento (en mi caso, era la 1era vez luego de mucho tiempo que volvía a retomar los mandos de mi joystick) y se veía reflejado en el mando del avión. Eran las 10:05 cuando nos dimos cuenta el porqué del ataque ruso sobre nuestra bien defendida base; perseguían a un grupo de 6 bombarderos nuestros que estaban tan dañados que imagino que fueron ellos quienes nos dieron la alarma antes de ser silenciados por los certeros impactos soviéticos.


Nos encontrabamos a 10500 pies y la lluvia no era tan fuerte a esa altura, de hecho ya se podia ver el sol y un cielo celeste...


¡"Bandidos a las 11"! gritó la radio, y empezamos a abrirnos de la formación para empezar el ataque, pero tuvimos una ingrata sorpresa... el informe decía que eran 4 o 5, pero en realidad venían 8 rusos, el doble que nosotros. Me imagino que mataron al que los contaba cuando llevaba 4.


Pasamos casi rozando a nuestros bombarderos y nos enganchamos en el combate, nos tocaba 2 para cada uno así que mejor no nos separabamos mucho para apoyarnos unos a otros.


El líder de nuestro escuadrón consiguió hacerse con un blanco, y al cabo de pocos minutos, 2 de mis compañeros lograron una nueva victoria cada uno... era el novato quién no estaba haciendo nada.


A lo lejos pude observar que habían 2 rojos que no se habían despegado de los bombarderos y ya estaban contando con un nuevo derribo en una estruendosa caída en picado de uno de los nuestros... Me decidí por ir a ayudar a los bombarderos.
Empiezo el seguimiento a uno, pero cuando se percataron de mi presencia, los 2 tomaron rutas opuestas, en un claro movimiento de tenazas, es decir, si iba tras uno, el otro iba tras de mí y me derribaban. Asi es que decidí tentar a mi suerte y me lanzé como un loco sobre uno, con la frente sudando y el pulso como el de un enfermo... lo centré en la mirilla y solté una pequeña ráfaga de la metralladora principal y se oyó un ruído seco a mi lado, y ví como una bola de fuego caía a mis 3, mientras al que le había disparado escapaba en un movimiento descendente difícil de explicar.


Luego de unos segundos me dí cuenta de lo que había pasado, el líder del escuadrón había visto el embrollo en que me metí y luego de su derribo, fué en mi ayuda. Logró darle un certero tiro en el motor al ruso que no había seguido y que, consecuentemente, me persiguió. Me había salvado de una muerte segura, entonces me puse a buscar al que se me escapó para poder corresponder en algo la valentía de aquellos pilotos con quienes me había tocado volar.


Entró en las nubes ! - dijeron, y los 2 (el líder y yo) ascendimos casi sincronizadamente.


Al entrar en las nubes no teníamos visibilidad de nada, pero en la radio escuchamos el terrible: "¡mayday mayday, lo tengo en la cola...!" salimos de las nubes al no encontrar nada, pero sólo para ver un macabro espectáculo, donde 2 rusos se disputaban un avión envuelto en una bola negra de humo, la misma que pronto se convirtió en una bola de fuego... "Parecen buitres tras un ave moribundo", pensé.


El líder junto al otro compañero, derribaron a esos 2... pero, desde las nubes apareció ese ruso que se me escapó... bajó como un rayo, y como un rayo, partió en 2 el messerschmitt del piloto que me salvó, el líder de escuadrón... y por poco derriba al otro compañero que tuvo que hacer una maniobra tan brusca que fue un milagro que no entrara en barrena.


Yo me encontraba a mayor altura que el piloto ruso así que aproveché el momento de su giro para lanzarme en picado hacia él y vengar la muerte de quien me salvó...
"¡Cúbreme!" - grité por la radio, al mismo tiempo que me armaba de determinación.


El ruso no era ningún novato, daba vueltas increíbles y hacía giros inesperados, pero no caí en ninguno de sus trucos... entonces empezó a bajar al nivel casi de las olas y yo en su tras... con el consecuente mareo y subida de sangre correspondiente al hacer eso.


Cuando casi me desmayo y todo se volvió oscuro, nivelé el avión y para mi sorpresa, el ruso se colocó justo a mis 12, a una distancia aproximada de 100mts...  ambos empezamos a subir de esa manera y de un certero disparo con todas las armas, le arranque la cola y se convirtió en una bola de fuego que giró ascendiendo unos metros para luego caer girando, sin control y sin cola.


El otro caza se me unió y confirmamos que los otros 2 rusos restantes, se estaban alejando en el cielo cada vez mas despejado.


De los bombarderos no supimos más, y nuestro regreso a la base se produjo sin ningún incidente... salvo un pequeño comentario del ahora, mi wingman... "¿Viste la cantidad de estrellas en su nariz ? ...ese fué un as ruso."